¿Los dinosaurios eran de sangre caliente?

Debido a que los dinosaurios eran reptiles es fácil imaginar que sus cuerpos funcionaban igual que los reptiles modernos, pero en un área clave pueden haber sido muy diferentes. En un tiempo los científicos supusieron que los dinosaurios eran de sangre fría, lo que significaba que su temperatura corporal dependía del entorno para ser regulada. Pero a principios de 1970 un biólogo estadounidense, Robert Bakker argumentó que podrían haber sido de sangre caliente, como los mamíferos y las aves. Su teoría alteró radicalmente las ideas sobre la biología de los dinosaurios.

Algunos expertos opinan que los signos de la sangre caliente se pueden observar en los esqueletos de dinosaurios. Sus huesos muestran signos de crecimiento rápido y sostenido. Esta característica es común en animales de sangre caliente, pero nunca más rara que en los de sangre fría, excepto en los momentos de buen suministro alimenticio. A pesar de esto, muchos paleontólogos encuentran esta evidencia dudosa y recientes investigaciones sobre la respiración de los dinosaurios han llevado a conclusiones diferentes. Los paleontólogos han examinado las narices de algunos dinosaurios con rayos X, en busca de huesos específicos dentro de la cavidad nasal. En las aves y los mamíferos estos huesos forman una complicada colección de cilindros que permiten calentarse y humedecerse a partir del aire de salida. Los resultados del estudio determinaron que los dinosaurios no contaban con dicha estructura.

Para que los dinosaurios fueran de sangre caliente, sus sistemas circulatorios debían modificarse de modo que produjeran un flujo sanguíneo de mayor velocidad. Necesitarían tener corazones de gran tamaño, así como un sistema circulatorio doble que permitiera un flujo sanguíneo rico en oxígeno para elevar la presión y la velocidad. Desafortunadamente, de los órganos suaves de los dinosaurios, como el corazón, no se han hallado restos fósiles. Se dice que en el año 2000 se encontró lo que parecía ser el corazón en el fósil de un Thescelosaurus, un pequeño herbívoro. Tras emplear técnicas médicas de escaneo, los investigadores concluyeron que este tenía un sistema circulatorio doble, lo que significa que la criatura pudo haber sido de sangre caliente.